La mayoría de las personas que han visto
la película el Mago de Oz o hayan leído el libro, creen que es una simple
historia infantil, pero realmente lo que esa historia quiere transmitir es la
política monetaria de los Estados Unidos de finales del siglo XIX.
El Mago de Oz fue escrito en 1900
por el periodista del Medio Oeste Lyman Frank Baum. Proyectó la historia de tal
modo que los personajes representaran a los protagonistas de la gran batalla
política de la época.
La historia
del Mago de Oz, cuenta como Dorothy y su perro Totó son llevados por un ciclón
desde su casa de Kansas a un país fantástico, en una de cuya Ciudad de las
Esmeraldas vive el famoso y poderoso Mago de Oz. En un escenario de cuento de
hadas, Dorothy, perseguida por una bruja y deseosa de volver a su casa,
encuentra al Espantapájaros, al Leñador de Hojalata y al León Cobarde,
personajes que simbolizan aquellos valores de los que creen carecer: el sentido
común, la ternura, el valor y lealtad. Juntos emprenden la búsqueda del Mago
convencidos de que les resolverá sus preocupaciones y realizará sus deseos.
La situación en la que se encontraba
Estados Unidos en esta época era desigual, entre 1880 y 1896 el nivel de
precios de la economía bajo un 23 %, este hecho provocó una gran redistribución
de la riqueza.
Los agricultores del Oeste era deudores, y
sus acreedores eran los bancos del Este, con la bajada del nivel de precios
aumento el nivel de las deudas de estos agricultores, lo que provocó que se endeudaran.
Durante este período en Estados Unidos
estaba instaurado el Patrón Oro. El Patrón Oro, significaba que el oro
determinaba la oferta monetaria, por lo tanto el nivel de precios.
Los políticos populistas, estaban a favor
del Patrón bimetálico, es decir oro-plata, así aumentaría el nivel de precios y
se reduciría la deuda de los trabajadores agrícolas.
Tomando en cuenta la
devastadora situación en la que se encontraban los granjeros, cuyas deudas
adquiridas tenían que ser cubiertas en oro y que por la propia escasez de este,
dichas deudas aumentaban desmesuradamente. Era propio adoptar el bimetalismo y
así dar una oportunidad al campo y por supuesto a la industria. Sin embargo
existían fuertes opositores que se aferraban al Patrón Oro. Pues este definiría
la soberanía monetaria nacional.
El defensor de la libre acuñación de la plata era William Jennings Bryan (candidato demócrata a la presidencia en
1896) , pero quien realmente gana las elecciones es William Mckinley (candidato
republicano) por lo que se mantuvo el Patrón Oro.
Los populistas no
ganaron su debate, pero consiguieron lo que se proponían: la expansión
monetaria y la inflación.
Es así como Dorothy encarnaría de algún modo el espíritu popular norteamericano, el espantapájaros a
los granjeros, el hombre de hojalata a los obreros, y el león sin valor a un
líder del Partido Populista. Frente a ellos se alza Oz, que no sería más que
una clara alusión a las onzas de oro, como el camino de baldosas amarillas.
Camino que les lleva al Este, a la capital, en la que estaría el Mago de Oz,
Presidente de los Estados Unidos, que vendría a ser un muñeco atemorizado en
manos de las brujas malas, y sobre los zapatos de plata (en la película eran de rubíes
y se cargaban el simbolismo) que permitirán a Dorothy volver a su casa.
Es cierto lo que dices, no le había dado este sentido al libro hasta que lo he leído en tu entrada, la mayoría de las personas lo vemos como una simple historia infantil sin percatarnos de que es una descripción de la sociedad norteamericana de finales del siglo XIX camuflada en una historia para niños, sabiendo esto, uno ya ve la pelicula con otros ojos
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