Las consecuencias económicas de la Paz es uno de los
mejores libros escrito por uno de los mejores economistas que el mundo ha conocido John Maynard Keynes.
El libro hace una de las mayores críticas al Tratado de la
Paz que se realizó después de la Primera Guerra Mundial. Resumidamente
podríamos decir que Keynes expone la situación en la que se encontraba Europa
antes de esta guerra, en la que se aprecia que hay un gran crecimiento en todos
los aspectos, pero que se paraliza debido a la Primer Guerra Mundial. Luego
hace una crítica a este Tratado, ya que en un principio este se iba a basar en
los catorce puntos de Wilson pero se da un giro de trescientos sesenta grados y
se crean unas disposiciones muy duras para Alemania, el país vencido y que por
supuesto, este no podía hacer frente a todo esto. Ante esta situación, Keynes
que formaba parte de los negociantes encargados de realizar este Tratado pero
que dimitió debido a su inconformismo ofreció tres soluciones: La primera era
rebajar la deuda a Alemania y que solo pagase dos mil millones de dólares, la
segunda era quitar la deuda a los países aliados para que estos no tuviesen que
pagar nada y así no tuviesen que exigirle nada a los países vencidos, y la
última solución era la modificación del Tratado. De todas estas, solo aceptaron
la última solución, pero no se realizó como Keynes pretendía.
Necesitamos entender el
contexto en el que fue escrito. Nos situamos en 1919, Europa vive uno de los
peores momentos de su historia debido a
la Guerra que había involucrado a la mayoría de los países que la
componían. Con lo dicho anteriormente, recapitulamos que Keynes estaba en
contra de todo lo que se estaba dictando en el Tratado, el cree que no se le
debe de pedir a Alemania. ¿Pero es realmente posible entender fácilmente la
postura de Keynes?
Al salir de una Guerra,
tan devastadora como la que se vivió en Europa en este siglo, la mayoría de las
persones están llenas de odio, rencor y ganas de revancha. Es por ese motivo
por lo que podríamos entender más fácilmente la postura de los negociadores y
políticos del Tratado que del propio Keynes.
Cuando te paras a
pensar las cosas dos veces o incluso más, te das cuenta de los errores que
cometes la primera vez que lo haces, es por eso por lo que ahora podríamos
entender a Keynes, pero seguramente si hubiésemos vivido aquellos años de
lucha, guerra, frío, hambruna, etc… no pensaríamos como él y nos
posicionaríamos antes un postura más cercana a la de Clemenceau.
Keynes hace una crítica
a Wilson, está bien sustentado, y hoy en día se aprecia. Keynes le achaca a
Wilson el cambio de postura. En un principio se iban a cumplir los catorce
puntos de Wilson pero la codicia y las ansias de ser más poderoso y de
controlar aún más cosas le hicieron cegarse y andar hacia el camino de la
avaricia y de la des humildad. Este es un hecho que hoy en día no nos debe de
extrañar, ya que el ejemplo que dio Wilson, ha sido llevado a cabo por muchísimos
políticos. Poco a poco se va perdiendo la fe en algo que debería de ser siempre
leal. Un político, o no ya la persona, sino la política en general, además de
buscar el interés individual, deben de buscar el interés general. Y de este
dato parece ser que no se fijaron a la hora de realizar el Tratado.
Basándonos en otro
punto, en aquella época, se buscaba la Paz, por lo que aquello debería de haber
sido una paz real, ya que le verdadero significado de una Paz es la
reconciliación, la vuelta a la amistad o la concordia. Mientras que el Tratado
no fue así, se basó en el pasado y lo único que pudimos obtener del Tratado fue
odio y rencor, y no hay que olvidar que este odio no solo provenía de los
negociantes y políticos que hicieron este Tratado, sino de la mayoría de la
población de los países.
Aunque anteriormente no
haya mencionado nada sobre lo que Keynes incluye en la obra sobre los
bolcheviques, en la obra muestra el miedo que tiene ante una expansión del
comunismo, ya que las previsiones de Stalin se estaban cumpliendo, y se estaba
poniendo fin al capitalismo en algunas zonas del mundo. Podríamos pensar que
Keynes utiliza la obra para defender su postura política y así sus ideales,
porque se ha de reconocer, que si se busca restablecer Europa no se tiene que
ver su interés individual sino el general. Quizás habría sido necesario que se
instaurara el comunismo.
Muchos efectos
señalados por Keynes se acabaron cumpliendo y otros que no los señaló también.
El surgimiento del nacionalismo alemán que más tarde desemboco en un nazismo,
no fue más que una de las consecuencias de las duras disposiciones que se le
impusieron a los alemanes en el Tratado, porque al igual que los aliados
tuvieron presentes el rencor y el odio a la hora de la elaboración del Tratado,
los alemanes también los tenían, con ganas de una revancha.
Keynes no se equivocó,
cuando pensó en que esta herida que se abrió en los alemanes iba a ser muy
difícil de saldar a no ser que finalizase en un conflicto bélico. Y así fue,
efectivamente Keynes acertó, una vez más.
Una de las cosas más
importantes y que no hay que olvidar de Keynes, es que escribió el libro para
las futuras generaciones, para que pudiésemos abrir los ojos, y no cegarnos y
basar nuestro mundo en mentiras. Pero desgraciadamente las personas del mundo,
seamos de donde seamos no aprendemos. Nuestros antepasados nos avisan de que
los errores que se cometieron en el pasado, no se debieron de cometer y alegan
como se pueden omitir, o ponen soluciones, pero aun así, a pesar de todas seguimos
cometiendo la mayoría de las atrocidades que han supuesto los mayores males
para la humanidad.
Quizás, si aquellas
personas que realizaron el Tratado pudiesen echar la vista hacia el futuro, se
darían cuenta del genio que tenían junto a ellos, pero en el mundo, tenemos esa
costumbre de no darnos cuenta de cuánto valen las personas hasta que ya no las
podemos tener.
La historia que relata
este libro, aunque sea pasada, es de interés general, ya que ayuda a entender
porque Europa se desestabilizó tanto y porque es así hoy en día. Es decir, en
el momento de la realización del Tratado, no nos dimos cuenta del mal que podía
ocasionar la aceptación de ese Tratado, años después sobre 1921, los países
fueron rebajando las deudas a Alemania (excepto Francia). Y aprendimos que esa
no fue la mejor solución de finalizar una guerra, no realizando ningún tipo de
reclamación a ningún país al finalizar la que fue la Segunda Guerra Mundial.
Este libro es clave
para entender en declive que ha tenido Europa durante el s-XX y que sigue en
nuestros días. Si no hubiésemos adoptado las disposiciones del Tratado y nos
hubiésemos guiado por los catorce puntos de Wilson quizás, o probablemente no
estaríamos en la situación que estamos.
Y por último, releer
cosas del pasado, aunque hayan pasado hace muchos años, es una de las cosas más
importantes para poder entender el presente y que no ha llevado a la situación
en la que nos encontramos.
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